Musicothérapie: los beneficios de la música

Cuando estás estresado o irritado, te pones un buen disco de música clásica y te tranquilizas. Por el contrario, te falta energía… ¡un buen rock familiar a la antigua usanza y estarás gallardo! No cabe duda de que la música tiene efectos sobre el cuerpo y la mente. La música tiene muchas virtudes, y es bien conocida su función relajante y recreativa, que nos lleva «a bordo» de las emociones positivas o negativas que inspira. Pero esa no es ni mucho menos su única ventaja.

¿Y si la música se convirtiera en terapia? Relajación a través de la musicoterapia, viajes sonoros para recuperar la calma… Pero también puedes cantar o bailar. La musicoterapia consiste en utilizar la música -ritmo, melodía y armonía- como herramienta terapéutica. La musicoterapia se utiliza para ayudar a personas con dificultades de comportamiento, relación o comunicación. Este método también proporciona alivio a los pacientes que sufren problemas de salud.

La musicoterapia tiene dos ramas principales:

  • La musicoterapia receptiva, basada en la escucha de música, ayuda a verbalizar las emociones.
  • Musicoterapia activa, en la que el paciente asume un papel activo en la terapia.

La musicoterapia y la música en general tienen muchos beneficios. He aquí 5 de ellas:

  • Música suave: Escuchar música suave nos ayuda a concentrarnos, relajarnos y reducir el estrés.
  • Música rítmica: Escuchar música rítmica estimula nuestra creatividad, nos hace más positivos y nos sube la moral.
  • Tratar la hipertensión y las enfermedades crónicas: mejorar la memoria; combatir el estrés, la ansiedad y los problemas de sueño.
  • Combatir la depresión: hoy sabemos que la musicoterapia provoca un estado de relajación que permite a las personas deprimidas o en proceso de estarlo dejarse llevar. Además, la música ayuda a producir endorfinas, una hormona que favorece la sensación de bienestar y tiene propiedades analgésicas;
  • Apoyo a personas con autismo o discapacidad mental: los beneficios de la musicoterapia en el apoyo a personas con discapacidad mental son muchos y varían según el paciente:
    • Mejorar la capacidad de comunicación.
    • Mejora de la atención y la concentración.
    • Reduce el estrés, los comportamientos inadecuados y la agresividad.
    • Referencia temporal: la música ayuda a estructurar el tiempo. Por ejemplo, para indicar el final de una sesión, se utilizará una música específica y siempre idéntica.
    • Facilitar la interacción: la música fomenta la autoexpresión y la interacción con los demás.